El martillo de Thor ha vuelto a desaparecer. El dios del trueno tiene la mala costumbre de extraviar sur arma (total, solo es la fuerza más poderosa de los nueve mundos), pero esta vez no se ha perdido exactamente, sino que ha caído en manos enemigas. Si Magnus Chase y sus compañeros no son capaces de recuperar el martillo, los mundos mortales quedaran totalmente expuestos al temible ataque de los gigantes. El Ragnarok empezarà. Los nueve mundos arderán.
Por desgracia, la única persona que puede ayudarlos a recuperar el arma es Loki, el peor enemigo de los dioses, y el precio que hay que pagar es muy alto.
Y aquí tenemos otro libro del tío Rick, esta vez la segunda parte de su serie dedicada a la mitología nórdica. La historia tiene todo lo que esperas si estás familiarizado con el autor: aventuras, humor, personajes entrañables y una ligera pero sólida narrativa.
Esta vez comenzaré hablando del mayor defecto del libro y tiene que ver precisamente con la fórmula del autor: en el fondo es una historia que ya conocemos. El libro no logra sorprender, y en ciertos instantes se hace constantemente repetitivo. El problema no es la narrativa, es que sabemos que va a suceder antes que suceda, y al estar hablando de una saga, es difícil encontrar el motivante para continuar en el tercer libro.
Eso si, libro tiene una fuerza enorme en sus personajes, en especial los adolescentes. Diversos, complejos y desarrollados mucho más profundamente, de verdad logran hacer interesante un libro que de otra forma no lo sería. Alex en específico creo que se ha convertido en mi personaje favorito de todos los libros del autor.
¿Lo recomendaría? Honestamente es difícil de responder. Es un buen libro y tiene personajes de los que es imposible no enamorarse. Pero la fórmula que conquistó a tantos en la saga de Percy Jackson comienza a desgastarse.