Mensajero de corazones rotos
(The heartbreak messenger)
Alexander Vance
358 páginas
Alfaguara
ISBN  9789569583032

El servicio que ofrece Quentin es sencillo: por una pequeña suma de dinero puede entregar a tu novia una carta que le informe de que estás cortando. Y, si eliges la entrega especial, incluso acompañará la carta con flores y bombones. Pero el servicio no está siendo tan sencillo como parecía… Resulta que algunas chicas la pagan con el mensajero. Y ahora encima su amiga Abby se ha enfadado...
Cortar es difícil. Así que ¿por qué no pagar a alguien para que lo haga por ti?

Quentin es un chico de trece años, que vive solo con su madre (una mecánica que trabaja para mantenerlos a ambos) y cuenta con dos mejores amigos: Rob, que tiene un hermano mayor y es fanático de las donuts y la chatarra y Abby, una chica que pertenece al grupo de arte y es buena en matemáticas y ciencias.

Y recalco estas cosas de sus amigos porque son importantes en el desarrollo de la novela. Mensajero de corazones rotos es un libro que está enfocado hacia un público más joven, los niños que están recién entrando en la adolescencia, por tanto, el libro está escrito en un lenguaje sencillo pero que no deja de ser entretenido. La historia es divertida hasta cierto punto y puede ser predecible, pero tiene algunas escenas entre Quentin y los otros personajes que pueden llegar a sorprender.

Creo que si el libro logra ser interesante es por la evolución de Quentin. Sus decisiones corresponden a las de un chico de trece años, pero los sucesos que pasan mientras el libro avanza lo hacen madurar. No vemos una “evolución” en los otros personajes más que nada a que lo vemos todo desde los ojos de Quentin, pero debido a que en ciertos puntos él se enfoca en Abby, a ella si la vemos crecer; pasar de ser una niña a interesarse por cosas más adolescentes. Lo otro que me pareció muy interesante y entretenido es la relación de Quentin con su madre, ya que la mayoría de los libros muestra relaciones conflictivas entre los jóvenes y adultos y acá es todo lo contrario, la madre de Quentin es un apoyo para él y el chico se preocupa por los problemas que su madre puede tener.

Yo estaba con una ligera resaca literaria luego de mis lecturas de febrero y además mucho trabajo, así que necesitaba algo ligero como este libro para volver a la lectura. Además, es cómodo de leer ya que tiene una tipografía grande y el diseño interior del libro es bastante bonito, como su portada.

Mensajero de corazones rotos es un libro cortito, simple y divertido que puede ser adictivo si le das una oportunidad.