Título: Sueños de Dioses y Monstruos (Hija de Humo y Hueso #3)
Autor: Laini Taylor
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9789563478167

Un enemigo común.
Una causa común
Karou y Akiva ya saben que están vivos. pero Karou aún no está preparada para perdonar.
Y ahora, mediante un terrible engaño, Karou ha tomado el control sobre la rebelión quimérica y el futuro de su raza depende de ella, si es que aún queda futuro para las quimeras en Eretz, una tierra devastada por la guerra.

Sueños de Dioses y Monstruos es el esperado final de la trilogía Hija de Humo y Hueso. El libro comienza con la introducción de un nuevo personaje, Eliza, que será muy importante para la resolución de la trama. Jael, por su parte, invade el mundo humano con su ejercito de serafines simulando ser ángeles.

Karou y Akiva junto a sus amigos y el resto de las quimeras sobrevivientes van hacia Eretz, uniéndose a los serafines rebeldes y planeando el ataque para derrotar a Jael y poner fin, de una manera u otra, a todo el caos y a la infinita guerra entre serafines y quimeras.

El libro es increíblemente fantástico y aburrido a partes iguales. La escritura es Laini Taylor tiende a ser poética, lo que es un arma de doble filo, dándonos escenas hermosas pero que también implican que se extienda demasiado por momentos y la narración no avanza. El personaje de Eliza que en un comienzo fue muy interesante, pierde fuerza hacia el final y queda en una nada que, como muchas veces, me hace preguntarme si no hubiera sido mejor sacrificar un poco esa narración poética de Laini Taylor desde parte de Días de Sangre y Resplandor y Sueños de Dioses y Monstruos para tener una historia más redonda y sin tantos cabos sueltos al final de la trilogía.

No puedo acabar esta reseña sin chillar por lo mejor del libro: los personajes secundarios. Zuzana y Mik (que amo desde su aparición en el primer libro y que tiene mi corazón aún más que Karou) y la sorpresiva pareja de Liraz y Ziri (personajes que me gustaban ya pero que vi crecer y desarrollarse mucho en este libro y siempre es un gusto leer.

En resumen, un final bueno (no el mejor) para cerrar esta trilogía de un universo que me maravilló (aunque no pasa lo mismo con el romance principal).